Club Bibliófilo Editorial

Facsímiles de Códices Medievales

La Editorial

¿Quiénes somos?

En este apartado de nuestra Web, CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL pretende informar sobre su actividad y de todo aquello que pudiera interesar al Estudioso, profesional o no; al Suscriptor de los facsímiles de esta Editorial; al Bibliófilo, con el fin de obtener un testimonio veraz y directo, y a todos los amantes de la Historia del Arte.

CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL es una Editorial con más de 30 años de experiencia en la reproducción de Códices medievales, y muy consciente del significado del término "Facsímil", o "FACTO SIMILE"; esto es, la reproducción fiel e íntegra de una obra original.

¿Qué es el Facsímil de un Manuscrito?

Las reproducciones de códices medievales se vienen editando desde mediados del siglo XIX, cuando los medios técnicos lo hicieron posible. Las Bibliotecas Nacionales y Editoriales fueron conscientes de la necesidad de reproducir ciertos códices importantes y únicos debido a que fue una época en la que desaparecían muchos: las medidas de seguridad no eran como las actuales; y aun ahora, mucho más sofisticadas, hay casos de robos. El término "Facsímil" no se entendía bien porque las editoriales editaban en cualquier tamaño, sobre cualquier soporte y con una encuadernación al uso. El Diccionario Larouse (2007) y la R.A.E. (23ª edición) son muy claros: Facsímile; del latín "FACTO SIMILE" o hecho similar. La segunda acepción también es rotunda: Reproducción de un Original, generalmente una obra de arte o un manuscrito. Cuando reproducimos un manuscrito, por tanto, estamos haciendo el "Facsímil" de un original.

¿Cómo se hace un Facsímil?

Las técnicas de reproducción comienzan por una buena fotografía del códice completo, y a partir de ahí todo depende del editor. No debiera existir ninguna duda en que una "reproducción o facsímil" siempre se edita a partir del original, como ya se indica en los acuerdos contractuales entre la Institución propietaria y el Editor. A veces se ha esgrimido que lo que se reproduce es la fotografía, pero estas están tomadas del original y sólo son parte del proceso. La Edición de un Facsímil debe atenerse a ciertas obligaciones básicas:

  • De igual formato que el original, e íntegro. No se debe añadir ni quitar nada.
  • Colores exactos en la medida que la tecnología lo permita. Es obvio que nunca se conseguirá reproducir el tiempo: quinientos, mil, o más años.
  • Impresión en soporte apergaminado para la idoneidad con la textura del modelo.
  • Estampación de oros y platas, si los contienen las miniaturas del códice.
  • Encuadernación exacta o muy aproximada. Cosido a mano, tapas de madera, y cubiertas de piel del mismo color. Gofrados, broches, bulones, cierres, cantoneras o cualquier otro aditivo que presente la encuadernación del códice. Si no contiene nada, nada se añade.

 

Fotografía

Hasta finales del siglo XX la fotografía se tomaba en diapositivas o transparencias de gran formato con unos resultados satisfactorios. Pero en ocasiones no se revelaba debidamente y, aunque los técnicos de pre-impresión trataran de enmendarlo, las placas habían quedado inservibles. Existen facsímiles importantes, en los cuales se reconoce esta incidencia por su color ennegrecido. Hoy es muy difícil que ocurra este problema gracias a la fotografía digital.

Fotomecánica

También aquí se ha dado un gran paso. Hasta no hace mucho se elaboraba un fotolito (o negativo) por cada color, el cual se estampaba en una plancha de zinc (positivo) para imprimir; pero en este proceso había grandes pérdidas de punto. Actualmente, por la técnica de "trama estocástica" la distribución de los puntos se realiza aplicando algoritmos que simulan su distribución al azar. Cuanto mejor es el conjunto de algoritmos aplicados, mejor es la trama resultante; pues el punto se coloca por sí mismo allí donde es necesario rellenar. Con esta técnica, unida a la de filmación CTP (o FDP: filmación directa a plancha), el fotolito desaparece por innecesario asegurando un mejor registro y mayor definición; sobre todo en offset.

Impresión

Las máquinas inteligentes son capaces de leer las planchas digitalmente, dosificar las tintas, e imprimir todos los colores sin alteraciones. En los libros de arte, o facsímiles (así les llaman) a veces editados en otros países, el resultado es bueno porque utilizan como soporte un papel cuché blanco; aunque obviamente este sistema se aleja de la idoneidad en cuanto al aspecto material interior del manuscrito reproducido.

El Soporte

El material escriturario (o de impresión en este caso) debe ser muy parecido al del manuscrito.

Generalmente se utiliza un papel especial con un gran componente de fibra vegetal, al cual el fabricante llama "Pergamenata" por su gran parecido con el pergamino tras un tratamiento adecuado.

En los últimos años de este siglo XXI ha aparecido una nueva técnica que hace posible la impresión en pergamino auténtico, con un proceso sumamente complicado de fijación de tintas y tratamiento de este material.

CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL tras años de investigación está preparando un próximo facsímil en auténtico pergamino que estará realizado próximamente para deleite de sus socios suscriptores.

Estampación de oros

Para este proceso se utilizan dos métodos básicos: la estampación por calor con una emulsión adherente, o la serigrafía con trama cerrada o abierta, según sea un simple pelo rubio o una gran masa la superficie a estampar. Para el primero, el más común para enmarques y capitulares, se usan finas láminas industriales con cierta proporción de oro, aunque muy variable. Una pureza de 18 quilates (3/4), ya es mucha para este proceso, y el trabajo generalmente no es satisfactorio. El oro de 24 quilates (oro puro), sólo tiene una dureza de 2,5 en la escala de Mohs (del 1 al 10), poco más que una tiza; por lo tanto, además de perder su pureza en el manipulado, desaparecería con el roce. El oro más puro que se utiliza en la alta orfebrería, y muy excepcionalmente, es el llamado 3N (tres nueves, o 999). CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL, por mor a una información honesta, afirma que el oro más puro posible para un óptimo resultado sobre soporte de papel no llega, ni debe llegar, a los 18 quilates. Cuanto más equilibradas estén ductilidad y dureza, mayor brillo y perdurabilidad.

Encuadernación

En cierto modo, todos los procesos de reproducción son artesanales, aunque sirviéndonos de máquinas sofisticadas. Pero en la encuadernación no sirven estas máquinas; sólo la experiencia de la tradición secular heredada y herramientas de época. Las imágenes de más abajo son significativas.

 

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Encuadernación: Tradición, experiencia y herramientas centenarias.

 

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Izquierda: pegando los hilos de los nervios a la contratapa. Derecha: estampando grecas de oro manualmente.

 

Son muy pocos los manuscritos que decoran sus cubiertas con herrajes de oro, o plata. Otrora había muchos, incluso de marfil labrado con variadas piedras preciosas incrustadas; pero hace tiempo que se “eliminaron”. Añadirlas ahora sería distorsionar la realidad.

 

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Impresión. Comprobación de registros y unos dípticos terminados.

 

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Estampación: Una Capitular, antes y después de la estampación del oro.

 

El Resultado

El lector encontrará aquí numerosos ejemplos si navega un ratito. Hallará por sí mismo resúmenes de los textos de los Libros de Estudios y numerosas y bellísimas láminas de ilustraciones. La información más completa la encontrará cotejando el Facsímil con el manuscrito original; pero a falta de medios por la lejanía de algunas Bibliotecas, estamos a su disposición para despejar cualquier duda que le pudiera surgir sobre el tema.

¿Qué podemos decir del resultado si el Facsímil lo dice todo? Nos observa un jurado compuesto por centenares de Suscriptores que nunca se equivocan; sólo ellos tienen la palabra. Podemos, eso sí, comentar algunos hechos bien documentados, ya que no alteran nuestro principio de rectitud profesional.

Es habitual que las Bibliotecas propietarias feliciten a CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL por su trabajo. No en vano, esta Editorial ha sido seleccionada por la Biblioteca Nacional de España y por el Patrimonio Nacional para editar conjuntamente un par de códices como publicaciones oficiales: el Libro de Horas de Carlos V y el Apocalipsis Figurado de los Duques de Saboya. En una ocasión sentimos cierto regocijo cuando recibimos desde Roma una carta muy especial de felicitación. Trataba con elogios nuestro Facsímil de El Sitio de Rodas, y la firmaba Frà Andrew Bertie, Príncipe y Gran Maestre de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. En su escrito también aludía brevemente a la trayectoria de los Caballeros de San Juan en las Cruzadas, y la gran trascendencia de su victoria en Rodas. Esta carta, por su interés, se adjunta en el “Libro de Estudios de El Sitio de Rodas”.

El Papa Benedicto XVI, gran bibliófilo, ha estado en España tres veces: Valencia (2006), Santiago y Barcelona (2010) y Madrid y El Escorial (2011). En sus tres viajes, las Instituciones le han obsequiado con Facsímiles editados por CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL: el primero con el Libro de Horas de doña Leonor de la Vega; el segundo con el Libro de Horas de Carlos V; y el tercero con el Apocalipsis Figurado de los Duques de Saboya. Éste último, además, ha sido galardonado con un premio a los Libros mejor Editados que otorga el Ministerio de Cultura .

 

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Izquierda: Benedicto XVI hojea su Facsímil del Apocalipsis. Monseñor Rouco Varela mantiene en sus manos el estuche.
Derecha: La Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, entrega el premio a Francisco Vázquez Boya, director gerente de la Editorial Club Bibliófilo.

 

Los fuegos artificiales sólo son una colorida y ruidosa distracción y no se deben lanzar al aire a la ligera. CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL, como editor artesano, no entra en valoraciones de sus propias obras porque necesitaría otras ediciones ajenas con las cuales comparar; y, decíamos, sólo comparamos nuestros resultados con los originales. Empero, ante estos hechos públicamente documentados, y sobre todo ante la opinión de nuestros Suscriptores, creemos modestamente que el resultado es bueno; pero seguimos trabajando, en silencio casi monacal, para mejorar.

Así, a vuelapluma, hemos intentado explicar a qué se dedica CLUB BIBLIÓFILO EDITORIAL y qué es un Facsímil. Sólo añadir que estos procesos, sumados a la obtención de los derechos, siempre lentos, y los necesarios remates y revisión de cada ejemplar, a veces duran años amén de un gran despliegue de recursos humanos y económicos. Siempre decimos que "el Facsímil es el rey del libro"; un rey muy longevo, muy bien constituido, muy fuerte, y además muy sabio.

 

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Este Facsímil de las Cruzadas está encuadernado con pergamino natural sobre tabla de 1 cm biselada.

 

Feci quod potui, faciant meliora potentes.